Larrauri: entorno rural con los palacios del lugar de veraneo que fue. La Fonda (1), antigua hospedería para antiguo balneario (2). Villa Justina (3): mezcla de estilos. Trobikorrota (4) importante molino de agua. Hacia Meñaka varios palacios señoriales: Villa Tánger (5) estilo inglés e influencia neocántabra (principios del XIX), Villa Mercedes (6) gran palacio con capilla neorrománica.
Desde la plaza, llegamos a la iglesia Mesedeetako Ama (17). De origen medieval, renovada en el XVI (entradas sur y oeste y retablo del XVIII). Junto a ella el palacio Egia-Abadena (18), neoclásico, s. XIX. Junto al frontón una fuente y desde ella a la izquierda hasta el molino Erdizubi (19). Desde aquí en un recorrido depoco más de media hora podemos ir a la ermita de S. Migel de Zumetxaga (20), una de las joyas del románico vasco.Desde allí podemos volver a Larrauri, subir al monte Jata (dura subida), por el monte Tailu llegar a Emerando o bajar hasta Bakio y volver en autobús.
Eleizalde bidea: vemos el molino y antepara de Olabarri (7). Palacio de Don Alupio (8), estilo neobarroco (XI), por la derecha hasta Bidebieta (dos caminos). Siguiendo la carretera general, continuamos hacia el barrio de Emerando (9). En el camino hay varios molinos alimentados con las aguas del monte Sollube: Ugaldeko errota, Txozna errota, Iturriko errota (10). Hacia la izquierda, la ermita de Santa Elena o Santela (11): muy reformada, estela discoidal (siglo I) en el altar (fiestas en el segundo domingo de Agosto: kofradi). Volviendo al camino, encontramos el molino de Beleta (12). Por un caminito llegamos a la ermita de San Martín (13), antigua pero sujeta a muchas reformas. En la carretera que sube a Sollube, vemos el molino Errotatxu (14) y desviándonos a la izquierda Meintxako errota (15), en funcionamiento.Lo más seguro es volver sobre nuestros pasos hasta el punto de salida. Si volvemos por la carretera general, vemos el molino de Errotabarri (16); se puede observar todo el detalle del proceso canalización.