Haya
(Fagus sylvatica L.)
El haya pertenece a una de las familias con más representación en este jardín, las fagáceas, que incluye también al castaño y a los robles. Te será fácil reconocer las variedades de haya distribuidas por el parque, si te fijas en la corteza lisa y gris de sus troncos. Además, encontrarás hayas de ramas péndulas y de troncos columnares, así como con hojas de color rojo de distintas tonalidades y hasta con forma de hoja de helecho. ¡Anímate a buscarlas!
Se dice del haya que le gusta tener “la cabeza mojada y los pies secos”, ya que no soporta los suelos encharcados, pero necesita de la humedad ambiental, condiciones que se han dado en las regiones como la nuestra donde el clima es suave y la humedad elevada. ¡Por lo menos, hasta ahora!
El haya es una especie vecera, que significa que fructifica a veces, no todos los años. Los hayucos son comestibles, pero mejor no hacerlo en crudo ni en cantidad, ya que pueden resultar algo tóxicos. Su alto poder calórico, los hace atractivos a roedores, aves y mamíferos como el cerdo, a los que se llevaba al monte a alimentarse cuando los piensos todavía no existían.
¿Sabías que el aceite empleado en las lamparillas para alumbrar era habitual que proviniera de la extracción de las semillas del haya?